En la temporada 2009-2010, el manager Eduardo Pérez fue cesanteado en el Round Robin, dejando a las Águilas del Zulia con un destino sellado al tener record de 3 ganados y 8 perdidos. El segundo registro negativo sucesivo del equipo en playoffs, paso a segundo plano cuando en el quinto inning del último juego que dirigiría, Pérez sacó del juego a su tercera base Kenny Pérez, bateador que, con 38 impulsadas en la temporada regular, era piedra angular en el equipo. Pérez se justificó diciendo que el norteamericano estaba lesionado, y por eso lo retiró del juego, sin embargo las cámaras captaron un impase entre manager y jugador, lo que hizo pensar que era una medida tomada por algún problema externo, derivando en el despido del piloto.
En ese momento, Pérez dejó entrever que había sido una decisión tomada por Luis Rodolfo Machado, gerente general de Zulia, y arremetió contra el mismo afirmando que no le dió la cara para despedirlo. La temporada pasada, Pérez volvió como manager del equipo, dejando de lado cualquier diferencia con los jerarcas, sin embargo tras una nueva eliminación de las Águilas en el RR, decidió no renovar su contrato y escuchar ofertas, alegando que debía pensar si volvía al país, evaluando los viajes por tierra, la inseguridad, etc.
La cuestión, mas allá de lo señalado por Pérez ( "la propuesta de Zulia me dió risa" ) y el evidente confort que pudiese obtener en Aragua, versa por otros rumbos al desaparecer gran parte del alto mando que le otorgó a Pérez en un primer momento las riendas del equipo.
Jorge Uribarrí, ahora con tigres, y la salida de Ruperto Machado, dejeban a Pérez bajo las órdenes de quien años atrás pidió su cabeza ( Rodolfo Machado) por lo que una salida diplomática con la prensa, aunque eso significara ganarse el desprecio de la fanaticada zuliana, es lo que consideró mas sensato.
De aterrizar en Aragua, Pérez podrá dirigir mas tranquilo al no tener evidentes roces con la gerencia bengalí, disponer de comodidades que el equipo pone a la mano del estratega y su familia, además de recibir de manos de Sojo y Subero un equipo que presenta una química unificada y un balance envidiable entre veteranos y jóvenes, suficiente para palear adversidades como lesiones y órdenes del norte con relativa facilidad. Que Aragua intente cambiar a Wilson Ramos, habla de la profundidad que la gerencia espera tener a lo largo de la temporada, evitando Pérez el dilema de jugar con un equipo pre clasificación y otro post clasificación, además del efecto Urshela que en tan mala posición lo dejó el año pasado. Se trata de una nueva oportunidad para Pérez de managear con su propio estilo, pidiéndole a la gerencia tigrera las piezas que el considere necesarias para triunfar en una liga que ya conoce y sabe como enfrentar, caso contrario a Zulia donde las necesidades pasaban por otras diferencias con la gerencia .
Amanecerá y se sabrá el destino de Pérez, sin embargo la oferta de Aragua, que fue tan bien recibida por el estratega, contempla además de comodidades y respuestas la posibilidad de que Pérez se dedique a su función en la liga: manejar un equipo que esta dispuesto a ganar .
En ese momento, Pérez dejó entrever que había sido una decisión tomada por Luis Rodolfo Machado, gerente general de Zulia, y arremetió contra el mismo afirmando que no le dió la cara para despedirlo. La temporada pasada, Pérez volvió como manager del equipo, dejando de lado cualquier diferencia con los jerarcas, sin embargo tras una nueva eliminación de las Águilas en el RR, decidió no renovar su contrato y escuchar ofertas, alegando que debía pensar si volvía al país, evaluando los viajes por tierra, la inseguridad, etc.
La cuestión, mas allá de lo señalado por Pérez ( "la propuesta de Zulia me dió risa" ) y el evidente confort que pudiese obtener en Aragua, versa por otros rumbos al desaparecer gran parte del alto mando que le otorgó a Pérez en un primer momento las riendas del equipo.
Jorge Uribarrí, ahora con tigres, y la salida de Ruperto Machado, dejeban a Pérez bajo las órdenes de quien años atrás pidió su cabeza ( Rodolfo Machado) por lo que una salida diplomática con la prensa, aunque eso significara ganarse el desprecio de la fanaticada zuliana, es lo que consideró mas sensato.
De aterrizar en Aragua, Pérez podrá dirigir mas tranquilo al no tener evidentes roces con la gerencia bengalí, disponer de comodidades que el equipo pone a la mano del estratega y su familia, además de recibir de manos de Sojo y Subero un equipo que presenta una química unificada y un balance envidiable entre veteranos y jóvenes, suficiente para palear adversidades como lesiones y órdenes del norte con relativa facilidad. Que Aragua intente cambiar a Wilson Ramos, habla de la profundidad que la gerencia espera tener a lo largo de la temporada, evitando Pérez el dilema de jugar con un equipo pre clasificación y otro post clasificación, además del efecto Urshela que en tan mala posición lo dejó el año pasado. Se trata de una nueva oportunidad para Pérez de managear con su propio estilo, pidiéndole a la gerencia tigrera las piezas que el considere necesarias para triunfar en una liga que ya conoce y sabe como enfrentar, caso contrario a Zulia donde las necesidades pasaban por otras diferencias con la gerencia .
Amanecerá y se sabrá el destino de Pérez, sin embargo la oferta de Aragua, que fue tan bien recibida por el estratega, contempla además de comodidades y respuestas la posibilidad de que Pérez se dedique a su función en la liga: manejar un equipo que esta dispuesto a ganar .