Para la temporada 2007-2008 de la LVBP, un conocido diario de circulación nacional titulaba una edición "Vomita Fuego" , en relación al lineup de Caribes de Anzoátegui, y la presencia de 8 grandeligas para el mes de noviembre. Los pieles verdes se titularon campeones por primera vez 3 temporadas mas tarde, con un nucleo de jugadores que a la larga se vio potenciado por jugadores de la liga mexicana, ligas independientes, ligamenoristas con pocas posibilidades de asentarse en MLB, y jugadores que se mantienen activos en la Liga Bolivariana. La filosofía aborigen a sido crear una base de jugadores que se vea reforzada por los ligamayoristas, no la dependencia absoluta del excel, por eso jugadores como Johermyn Chávez, sin un papel preponderante en la liga, no son cambiados ni dejados libres, trabajando con miras a futuro y poder contrarrestar algún percance.
Muchos al escuchar el término liga independiente-holandesa-francesa-bolivariana-mexicana, lo asocian con un béisbol de menor calidad, dedicado a prolongar las carreras de jugadores que por pérdida de condiciones ya no pueden aspirar a MILB, mientras el imaginario colectivo no termina de desprenderse de esas imágenes de peloteros sin contrato,o en algunos casos jugadores del banco en la LVBP que tantas alegrías brindan en octubre, pero pasan a un segundo plano cuando llegan los "caballos".
Casos hay muchos, como el de José Mejías, lanzador caraquista que parecía atornillarse en la rotación melenuda hasta que Guillermo Moscoso reclamó su puesto en la rotación luego de un descanso post ligas menores, que terminó con el joven en la liga paralela y posteriormente en la lista de dejados libres, o mas recientemente José Flores en Zulia, jugador que a pesar de coleccionar buenos números, suficientes para abrirle un puesto en el lineup, no pudo hacer frente en zafras pasadas a par de apellidos como lo son Galvis y Pirela.
La lista de fatiga extrema, la cercanía del final de la zafra de Grandes Ligas y el inicio de la LVBP, y otros factores propios de la coyuntura actual, hacen que los equipos volteen a mirar a esas figuras de bajo perfil, que pueden tapar una ausencia o en dado caso cargar con la responsabilidad de suplir definitivamente a otra pieza.
Para esta temporada las circunstancias y filosofías de contratación parecen cambiar, con un panorama que pinta oscuro para algunos, mientras otros ven con buenos ojos la oportunidad de mostrarse ante la ausencia, temporal o definitiva, de las estrellas, de los " caballos".
Ya el Caracas comenzó a variar su política, y a partir de mañana una cantidad de jugadores desconocida para los medios, y que se mantiene en total hermetismo por parte de Miguel Ángel García, buscará ganarse un puesto en el equipo. Brazos como Michael Torrealba, autor de un no-hitter en la desconocida bundesliga alemana, y rumores acerca de Alexander Burkard y su premio como mejor lanzador de la liga australiana hace par de campañas, quizás le abran el camino a los equipos para comenzar a realizar scouteos mas amplios alrededor de las distintas ligas.
Magallanes consiguió en la liga bolivariana a Oswaldo Sosa, pitcher que aún puede buscar un puesto en algún bullpen ligamenorista por su relativa juventud y experiencia, mientras que Enyelberth Soto, otrora zurdo situacional, volvió por sus fueros a ganarse un puesto.
Wilmer Oberto, joven que puede ser determinante en el conjunto zuliano actual, o un Anthony Ortega que recuperó la confianza que lo llevo a lanzar con Anaheim, también son jugadores salidos de la liga bolivariana, mientras que la figura guairista César Suárez y el utility Juan Carlos Infante se mantienen activos en la liga italiana.
El material que se encuentra en estas distintas ligas, mediáticamente hablando, quizás no es tan llamativo como un pelotero que constantemente reciba entrenamiento en ligas menores, sin embargo es bueno darles una mirada en otro escenario y ver como se desenvuelven frente a 10 mil o 15 mil personas.
Lanzadores como Luis Villalba, relevista en la LVBP, han sabido añadir fuerza o envíos a sus brazos transformándose en abridores en otras latitudes, mientras que Luis Maza y Oscar Salazar mantienen su swing fresco con las distintas velocidades y tipos de pitcheos que puedan ver.
Queda de parte del fanático apreciar este mes de octubre, luchado y sudado por caras desconocidas o no habituadas en los estadios, y de los equipos comenzar a trabajar de acuerdo a los retos que plantee la conformación de una escuadra. La ausencia o restricciones de los caballos no es un punto de inflexión en la calidad del espectáculo, mas bien debe ser visto como la oportunidad de una generación distinta de tomar el testigo y trabajar en pro de la clasificación.
De la liga paralela surgieron Odubel y Aguilar recientemente. De México llegó Pirela. Cantidad de casos magistrales han recuperado la confianza, o han regresado de una lesión en ligas independientes, como es el caso del zurdo grandeliga de los turcos, Pedro Hernández. La liga bolivariana tiene en sus filas varios MVP, líderes de bateo, Carrao Bracho, y el mas reciente campeón de efectividad de la liga paralela. Una vez escuché a un profesro decir que había la posibilidad, pequeña pero existente, de que el mejor pitcher de la historia venezolana estuviera lanzando chapitas o tumbando mangos, y nadie nunca lo había visto. Démonos entonces la oportunidad de verlos nosotros
Muchos al escuchar el término liga independiente-holandesa-francesa-bolivariana-mexicana, lo asocian con un béisbol de menor calidad, dedicado a prolongar las carreras de jugadores que por pérdida de condiciones ya no pueden aspirar a MILB, mientras el imaginario colectivo no termina de desprenderse de esas imágenes de peloteros sin contrato,o en algunos casos jugadores del banco en la LVBP que tantas alegrías brindan en octubre, pero pasan a un segundo plano cuando llegan los "caballos".
Casos hay muchos, como el de José Mejías, lanzador caraquista que parecía atornillarse en la rotación melenuda hasta que Guillermo Moscoso reclamó su puesto en la rotación luego de un descanso post ligas menores, que terminó con el joven en la liga paralela y posteriormente en la lista de dejados libres, o mas recientemente José Flores en Zulia, jugador que a pesar de coleccionar buenos números, suficientes para abrirle un puesto en el lineup, no pudo hacer frente en zafras pasadas a par de apellidos como lo son Galvis y Pirela.
La lista de fatiga extrema, la cercanía del final de la zafra de Grandes Ligas y el inicio de la LVBP, y otros factores propios de la coyuntura actual, hacen que los equipos volteen a mirar a esas figuras de bajo perfil, que pueden tapar una ausencia o en dado caso cargar con la responsabilidad de suplir definitivamente a otra pieza.
Para esta temporada las circunstancias y filosofías de contratación parecen cambiar, con un panorama que pinta oscuro para algunos, mientras otros ven con buenos ojos la oportunidad de mostrarse ante la ausencia, temporal o definitiva, de las estrellas, de los " caballos".
Ya el Caracas comenzó a variar su política, y a partir de mañana una cantidad de jugadores desconocida para los medios, y que se mantiene en total hermetismo por parte de Miguel Ángel García, buscará ganarse un puesto en el equipo. Brazos como Michael Torrealba, autor de un no-hitter en la desconocida bundesliga alemana, y rumores acerca de Alexander Burkard y su premio como mejor lanzador de la liga australiana hace par de campañas, quizás le abran el camino a los equipos para comenzar a realizar scouteos mas amplios alrededor de las distintas ligas.
Magallanes consiguió en la liga bolivariana a Oswaldo Sosa, pitcher que aún puede buscar un puesto en algún bullpen ligamenorista por su relativa juventud y experiencia, mientras que Enyelberth Soto, otrora zurdo situacional, volvió por sus fueros a ganarse un puesto.
Wilmer Oberto, joven que puede ser determinante en el conjunto zuliano actual, o un Anthony Ortega que recuperó la confianza que lo llevo a lanzar con Anaheim, también son jugadores salidos de la liga bolivariana, mientras que la figura guairista César Suárez y el utility Juan Carlos Infante se mantienen activos en la liga italiana.
El material que se encuentra en estas distintas ligas, mediáticamente hablando, quizás no es tan llamativo como un pelotero que constantemente reciba entrenamiento en ligas menores, sin embargo es bueno darles una mirada en otro escenario y ver como se desenvuelven frente a 10 mil o 15 mil personas.
Lanzadores como Luis Villalba, relevista en la LVBP, han sabido añadir fuerza o envíos a sus brazos transformándose en abridores en otras latitudes, mientras que Luis Maza y Oscar Salazar mantienen su swing fresco con las distintas velocidades y tipos de pitcheos que puedan ver.
Queda de parte del fanático apreciar este mes de octubre, luchado y sudado por caras desconocidas o no habituadas en los estadios, y de los equipos comenzar a trabajar de acuerdo a los retos que plantee la conformación de una escuadra. La ausencia o restricciones de los caballos no es un punto de inflexión en la calidad del espectáculo, mas bien debe ser visto como la oportunidad de una generación distinta de tomar el testigo y trabajar en pro de la clasificación.
De la liga paralela surgieron Odubel y Aguilar recientemente. De México llegó Pirela. Cantidad de casos magistrales han recuperado la confianza, o han regresado de una lesión en ligas independientes, como es el caso del zurdo grandeliga de los turcos, Pedro Hernández. La liga bolivariana tiene en sus filas varios MVP, líderes de bateo, Carrao Bracho, y el mas reciente campeón de efectividad de la liga paralela. Una vez escuché a un profesro decir que había la posibilidad, pequeña pero existente, de que el mejor pitcher de la historia venezolana estuviera lanzando chapitas o tumbando mangos, y nadie nunca lo había visto. Démonos entonces la oportunidad de verlos nosotros