Siempre, como fanático del béisbol, escuchar hablar de "la fila de los asesinos" en cualquier medio deportivo, evocaba en mi un gran respeto por esos Yankees de Fox, Gehrig, Ruth y compañía, capaces por si sólos de acabar con cualquier rival. Caribes de Anzoategui está repitiendo la misma formula que usó en su primer título, armando un lineup que fácilmente, como aquellos Yankees, puede demoler a cualquier rival en la LVBP.
La llegada de Jiménez, otrora más valioso con los propios Caribes en una final, les brinda otro letal bate a la alcabala que ya tenía a Balbino, Phipps, Ruiz y Romero, lo que en teoría los blinda desde el primer día entre el 2do y 6to bate. Para Jiménez el Chico Carrasquel no es extaño, todo cuanto batea para casi .333 en las últimas 4 zafras allí, aunque queda por ver si el tan temido slugger de Bobare renace de sus cenizas como lo hizo Castillo tras abandonar la difícil isla de Margarita, o un oscar Salazar que emprende un camino contrario.
En términos ofensivos, Jiménez verá pitcheo si o si, puesto que nadie va a querer pasarlo para enfrentar a otro con tanta o más fuerza que él, por lo que Caribes se armó de otra pieza que durante todo el año hará una dupla letal con fuenmayor, además cuando se reporten todas las piezas, la alcabala será letal, cosa necesaria para la tribu si quiere hacer frente a ciertas dudas en su pitcheo, pero como dice la máxima "gana el que más carreras haga, y a Tiburones y a los mismo Caribes del 2011 les funcionó esa filosofía.
Por otra parte, Margarita en términos concretos no pierde mucho con la salida de Luis. su rendimiento no es una pieza irremplazable, alejándose un poco de lo que acostumbraba con Lara, por lo que un Salazar que al menos conecte para .270 e impulse más de 20 carreras puede ser un aporte apreciable. Pero lo verdaderamente obtenido por Bravos, además de par de prospectos que entre esta zafra y la siguiente pueden dar de que hablar, es la experiencia y el tino del ahora manager-jugador.
Con un equipo joven, inexperto pero talentoso, tener a un manager como Blanco, pero otro con todo el potencial dentro del terreno como Salazar es un plus. Aún se recuerda como él mismo fusiló a Henry Rodriguez tras un mal corring, en un juego que pudo haber cambiado mucho la historia de cara a la jornada extra, cosa que Bravos aplaudirá si puede ser traspasada a sus jugadores en el campo. Además, la suma de Noriega y Mayora les brinda un lineup con mucho más peso que aquel que hizo temblar al campeón en primera ronda, y estuvo a punto de meterse a enfrentar a Tiburones, por lo que de llegar Margarita a finales de zafra planificando su playoff o en una cerrada lucha, el aporte de Salazar desde la banca, no tanto como bateador, sino como el mentor de pitchers y novatos, puede resultar fundamental. Lo hizo Abreu, lo hizo Alfonzo, lo hizo Hidalgo, lo hizo Pérez, y ahora Salazar, acercándose al retiro, pretende ser el apoyo de la nueva generación, y la mejor forma es pudiendo demostrar que no sólo con su bate un guerrero veterano puede colaborar en la guerra.
La llegada de Jiménez, otrora más valioso con los propios Caribes en una final, les brinda otro letal bate a la alcabala que ya tenía a Balbino, Phipps, Ruiz y Romero, lo que en teoría los blinda desde el primer día entre el 2do y 6to bate. Para Jiménez el Chico Carrasquel no es extaño, todo cuanto batea para casi .333 en las últimas 4 zafras allí, aunque queda por ver si el tan temido slugger de Bobare renace de sus cenizas como lo hizo Castillo tras abandonar la difícil isla de Margarita, o un oscar Salazar que emprende un camino contrario.
En términos ofensivos, Jiménez verá pitcheo si o si, puesto que nadie va a querer pasarlo para enfrentar a otro con tanta o más fuerza que él, por lo que Caribes se armó de otra pieza que durante todo el año hará una dupla letal con fuenmayor, además cuando se reporten todas las piezas, la alcabala será letal, cosa necesaria para la tribu si quiere hacer frente a ciertas dudas en su pitcheo, pero como dice la máxima "gana el que más carreras haga, y a Tiburones y a los mismo Caribes del 2011 les funcionó esa filosofía.
Por otra parte, Margarita en términos concretos no pierde mucho con la salida de Luis. su rendimiento no es una pieza irremplazable, alejándose un poco de lo que acostumbraba con Lara, por lo que un Salazar que al menos conecte para .270 e impulse más de 20 carreras puede ser un aporte apreciable. Pero lo verdaderamente obtenido por Bravos, además de par de prospectos que entre esta zafra y la siguiente pueden dar de que hablar, es la experiencia y el tino del ahora manager-jugador.
Con un equipo joven, inexperto pero talentoso, tener a un manager como Blanco, pero otro con todo el potencial dentro del terreno como Salazar es un plus. Aún se recuerda como él mismo fusiló a Henry Rodriguez tras un mal corring, en un juego que pudo haber cambiado mucho la historia de cara a la jornada extra, cosa que Bravos aplaudirá si puede ser traspasada a sus jugadores en el campo. Además, la suma de Noriega y Mayora les brinda un lineup con mucho más peso que aquel que hizo temblar al campeón en primera ronda, y estuvo a punto de meterse a enfrentar a Tiburones, por lo que de llegar Margarita a finales de zafra planificando su playoff o en una cerrada lucha, el aporte de Salazar desde la banca, no tanto como bateador, sino como el mentor de pitchers y novatos, puede resultar fundamental. Lo hizo Abreu, lo hizo Alfonzo, lo hizo Hidalgo, lo hizo Pérez, y ahora Salazar, acercándose al retiro, pretende ser el apoyo de la nueva generación, y la mejor forma es pudiendo demostrar que no sólo con su bate un guerrero veterano puede colaborar en la guerra.